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La Ilustración Liberal

Sí a la guerra

Durante toda mi vida conocí guerras, próximas o lejanas, "justas" o "injustas", civiles, regionales o mundiales. Guerras. Recuerdo haber oído a mi padre, cuando era muy niño, contar a su manera el heroísmo de los soldados españoles en la Guerra del Rif. Apenas salimos de aquello y, a mis nueve años, estalla nuestra guerra civil. Ésta, aunque de refilón, la veo, la vivo, y sus repercusiones en los destinos personales son evidentes. Mientras tanto, en la lejana Asia, el Japón imperial guerreaba para conquistar China y varios países más. Apenas refugiados en Francia estalla la Segunda Guerra Mundial. Como ocurrió tras la primera, algunos sabiondos consideraron que debía ser la última. No fue así, enseguida Francia guerreó en sus colonias indochinas; perdió. Luego, en 1950, la tremenda guerra de Corea; en 1954 comienza la guerra por la independencia de Argelia, y así continúan las guerras por el ancho mundo, incluyendo la del Vietnam contra los USA, y luego la de ese mismo Vietnam victorioso y comunista contra Camboya, comunista y victoriosa. Y muchas más que no cito para no alargar demasiado la lista de desastres, guerras, guerrillas, terrorismos. El caso es que las armas nunca se callan y que el discurso mayoritario actual es autista y desmemoriado cuando pretende que la guerra sea tan monstruosa como extraordinaria y que la modernidad tire a la basura esa barbarie, sustituyéndola por paripés diplomáticos y desayunos chez Tiffany. Evidentemente, nadie se lo cree, y detrás de esa gigantesca bambalina pacifista cada cual va a lo suyo, a lo que considera como sus intereses nacionales de los que forman parte el petróleo iraquí y el árabe en general. Y en la calle domina el viejo, pero aún pujante, "antiimperialismo yanqui". Seamos, pese a todo, realistas y echemos un vistazo a algunas de las más recientes guerras.

Sin tomarme por algo así como un Clausewitz de bolsillo, resulta evidente que las intervenciones militares en Bosnia, Kosovo, los bombardeos contra Serbia, sin haber convertido la ex Yugoslavia en paraíso terrenal (en donde además se acaba de asesinar ¡al primer ministro!) sí han mejorado bastante la vida de los ciudadanos y han interrumpido la depuración étnica y otras masacres en esos países reunidos arbitrariamente por el Tratado de Versalles. Lo mismo puede decirse de Afganistán, la "guerra de agresión" ha liquidado a la monstruosa dictadura de los talibanes y permite a las niñas ir de nuevo a la escuela, a quien quiera escuchar música, e infinidad de otras cosas, despreciadas por las feministas progres, pero que constituyen el oxigeno de la vida cotidiana. En relación con Irak, ya que de eso se trata, la absurda situación actual, con una guerra iniciada en 1991, ganada a la vez que perdida y más perdida que ganada debido a la indecisión de Bush senior, no sólo ha limitado, insuficientemente, desde luego, las capacidades agresivas de la tiranía iraquí, sino que si se termina al fin, militarmente, como en ex Yugoslavia o Afganistán, no se resolverán todos los problemas pero al menos se habrá destruido una tiranía, primer paso imprescindible a la posible instauración de una democracia, o en todo caso, a un régimen menos bestial que el de Sadam.

Si ni Chirac, ni Schröder, se atreven a declararse pacifistas a toda costa, diciendo ambos, y muchos más: "guerras sí, ésta no", casi nadie se atreve tampoco a defender la tiranía de Sadam, afirmando, por ejemplo, que no es la única dictadura, y capean con absoluto cinismo a Irak, señalando la Corea del Norte. Es curioso ver cómo cuando se citan "otras dictaduras" jamás se habla de Cuba o China. En el caso de estos dos países, y otros, se da la peculiaridad histórica de que se tratan de dictaduras comunistas que para sobrevivir y reducir su miseria introducen masivamente el capitalismo en su economía, sobre todo China -o Vietnam-, pero manteniendo la dictadura de partido único, sin libertad de expresión, ni sindicatos libres, ni ninguno de los más elementales derechos que existen en las verdaderas democracias. Algunos optimistas piensan que esta situación sólo puede ser transitoria, que el capitalismo irá afianzándose, extendiéndose por la inmensa China, y que automáticamente aportará la democracia. No lo niego, pero tengo mis dudas. En Cuba, en cambio, el capitalismo tiende a extenderse de manera mafiosa, con turismo "jinetero", tráfico de drogas, etcétera.

¿Cuándo se abrirá el primer casino socialista? Aprovecho para señalar, muy de paso, la estafa intelectual de tantos economistas de izquierda que se niegan a enfrentarse con esta sencilla realidad: para salir de la miseria, y hasta de la hambruna, todos los países comunistas, todos, abandonan la maravillosa "planificación socialista de la economía" para obedecer a las nefastas leyes de la economía de mercado. Esto se valdría al menos una reflexión, pues ni eso. Los más audaces economistas progres se han pasado del marxismo al nazismo y si ya no se atreven a condenar rotundamente la propiedad privada, como así lo hacían los socialistas "utópicos" o "científicos" del siglo XIX, abogan por un rígido control estatal de la economía, como del resto, y es exactamente lo que hicieron los nazis. Otro tema de reflexión abandonado.

Cuando tantos proclaman a voz en grito que nada hay que hacer contra Irak, porque hay otras dictaduras, y que no se puede luchar contra todas, me resulta tan absurdo como si las autoridades científicas proclamaran que es inútil luchar contra el cáncer, ya que el Sida es igual o más peligroso. Hay que luchar contra todas la enfermedades, como contra todas la tiranías, no obligatoriamente al mismo tiempo, ni siempre militarmente. Algo parecido ocurre con la tarea de los inspectores de la ONU en Irak, cuya labor aparentemente es ineficaz, pero que en realidad constituye un apoyo, muy eficaz éste, a la tiranía de Sadam Husein. Claro, esa eficacia exige un poco de teatro, y es así como, de vez en cuando, los iraquíes hacen explotar 20 kilos de dinamita en cohetes de cartonpiedra, para que su amigo Hans Blix pueda declarar en la ONU: "Están liquidando sus armas de destrucción masiva". Siniestra farsa. Consciente de repetirme, pero es la actualidad que así lo exige, cada día que pasa aumenta el caos y el espíritu muniqués, cada día que pasa, y aunque la propaganda "pacifista" exagere adrede, se nota más indecisión, cada día se inventan nuevos cambalaches onusianos, cada día que pasa refuerza la tiranía de Sadam Husein y le procura inesperadamente nuevas amistades. Las intervenciones militares en ex Yugoslavia, como en Afganistán, no han destruido todas las dictaduras, pero han destruido esas. Teniendo en cuenta la situación actual, si no se interviene militarmente en Irak todos los talibanes del mundo, y no sólo los musulmanes, se lanzarán con mayor ímpetu y entusiasmo a la guerra santa y a las guerrillas revolucionarias. Por ello, sin el menor entusiasmo, y sin ánimos de provocación, digo sí a la guerra contra Irak para evitar peores catástrofes, temiendo que sea demasiado tarde.

Número 15

Antisemitismo

Editorial

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comentarios
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¿Y si los USA salen derrotados?
Occidente

Desde el principio de la nueva crisis de Mesopotamia me opuse a la nueva guerra en Oriente Medio, las razones de mi oposición eran, y son muy variadas, pero quizas la más importante era el riesgo de perder la guerra o la posguerra, riesgo que los acontecimientos más recientes pueden empezar a manifestar.
¿que pasara si USA pierde esta guerra?, pues desgraciadamente la derrota no afectara solo a los USA sino que será considerada una derrota global de los valores occidentales, todo "occidente", toda nuestra escala de valores se vería afectada por esa derrota.
Tambien me opuse a esa guerra por tener el objetivo equivocado, el objetivo real y desgracidamente intocado y posiblemente intocable, es Arabía Saudi, la monarquia saudita y el Islam waabita, y la visión waabita del Islam es el arma de destrucción másiva mas peligrosa a la que se enfrentan los valores occidentales.
Como "progre" un poco despreciable por lo que se lee en esta, revista no puedo evitar una critica a los U.S.A., especialmente a su su presidente F.D.R., que cometió la insensatez de reunierse en 1945 ( a bordo del U.S.S. Quincy, no se diga que los "progres" estamos indocumentados) con el Rey Ibn Saud, alli nacié le protectorado estadounidense sobre el Reino Saudita, alli nacio la alianza espurea y peligrosa entre la primera democracia del mundo y el regimen más retrogrado de todo el planeta, y los años han hecho esta alianza más peligrosa, especialmente por la alianza táctica entre los USA y la religión waabita para enfrentarse con los regimenes nacionalistas arabes o para desestabilizar el flaco sur de la antigua URSS.
La utilziación de la religión islamica como munición contra el nacionalismo y contra la URSS ha sido, en mi opinión, la causa final de los atentados del 11/9 y del efectivo conflicto cultural que late en el fondo de la invasión de Irak, y que pasará si perdemos esa guerra ( digo perdemos y soy "progre/rojo/marxista" pero los valores fundamentales de occidente son compartidos por todos), que pasara??