
Salvo una improbable retirada de los dos grandes proyectos legislativos del gobierno populista español en materia de Justicia, jueces y fiscales irán a la huelga durante tres días de julio. La iniciativa parte de cinco asociaciones de jueces y fiscales que llevan meses protestando y advirtiendo contra las reformas que modifican el acceso a la carrera y el Estatuto de la Fiscalía, eliminando oposiciones y permitiendo que cualquiera pueda entrar. En México, la contraparte de Sánchez, Claudia Sheinbaum, tres cuartos de lo mismo, pero todavía peor.
Tanto México como España están emprendiendo, con gobiernos radical-populistas, reformas judiciales que bajo la bandera de la "democratización" y la "modernización" están desembocando en la destrucción del estado de Derecho a través de la eliminación de la separación de poderes, específicamente el asalto al poder judicial, al que pretenden convertir en un zombi al servicio del poder ejecutivo.