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Los Nuestros: Carmelo Jordá

Redactor jefe de LD, Jordá recomienda Matar a un ruiseñor, admira a Winston Churchill y se define como un buen tipo.

Nombre:

Carmelo Jordá Jordá (sí, dos Jordá; y no, mis padres no eran primos).

Lugar y fecha de nacimiento:

Madrid, 4 de julio de 1973.

Vocación:

Ninguna hasta que descubrí que era el periodismo, ya en la treintena.

Profesión:

Periodista.

Aficiones:

La fotografía, el arte, viajar… y he tenido la suerte de convertir algunas en parte de mi trabajo.

Tres libros imprescindibles:

Lo siento pero serán cuatro: En busca del tiempo perdido, de Proust; Conversación en la Catedral, de Mario Vargas Llosa; la Trilogía de Deptford, de Robertson Davies; Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño.

Tres películas:

Matar a un ruiseñor, Cantando bajo la lluvia, la trilogía de Batman de Nolan.

Tres canciones:

"Darkest dreaming", de David Sylvian; "Naive Melody (This must be the place)", de Talking Heads; "La vida en la frontera", de Radio Futura.

Una serie de TV:

The Wire.

Un cuadro:

Perro semihundido, de Goya.

Un buen plato de comida:

El arroz a banda de mi madre.

Un lugar:

Lo siento otra vez, pero serán dos: Skellig Island, en Irlanda, y Masada, en Israel.

Masada.

Un personaje histórico:

Winston Churchill.

Un acontecimiento histórico:

La expansión del capitalismo en las últimas décadas, que ha sacado a miles de millones de personas de la miseria.

El mejor político de la actualidad. ¿Y del resto del mundo?

Creo que el hombre más capaz y más profesional dedicado a algo parecido a la política en España es Felipe VI. Del resto del mundo no conozco a ninguno que me entusiasme tanto como para señalarlo como el mejor.

El peor. ¿Y del resto del mundo?

Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Iglesias. Del resto del mundo la lista es larga, pero citaré al papa Francisco porque, encima de ser un horror, él no debería ser político.

Francisco.

Mi mejor momento profesional:

Cada vez que termino un artículo o un reportaje y estoy muy satisfecho con el resultado.

El peor:

Cuando tuve un trabajo en el que no tenía nada que hacer.

Mi principal virtud:

Creo que soy un buen tipo.

Mi peor defecto:

Soy desorganizado y despistado.

Mi gran asignatura pendiente:

Supongo que aquí debería decir algo como escribir un libro, pero lo cierto es que la humanidad ha podido prescindir hasta ahora de mi libro sin mayores problemas y yo tampoco he sentido ninguna necesidad de escribirlo. La cruda realidad es que asignatura pendiente de verdad es ganar más dinero, pero cuando he tenido la oportunidad de hacerlo también he dicho que no.

¿España va a ir bien?

Sí, a pesar de todo.

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