Nombre:
Emilia Landaluce Galbán.
Lugar y fecha de nacimiento:
Madrid, después del golpe de Estado.
Vocación:
Tratar de entender.
Profesión:
Periodista.
Aficiones:
El campo, leer y disfrutar y pasarlo bien con lo que sea.
Tres libros imprescindibles:
Mi familia y otros animales de Durrell me enseñó a no tomarme en serio casi nada; El ladrón en la casa vacía –las memorias de Revel– e Insolación, de Emília Pardo Bazán.
Tres películas:
Historias de Filadelfia, La noche del cazador, Cría cuervos.
Tres canciones:
"Ojos verdes", "Walk on By", "Indian Summer" de The Doors. ("L'Été indien", de Joe Dassin, también me encanta).
Una serie de TV:
Unbreakable Kimmy Schmidt, pero parece que la han cancelado. Como casi todo lo que me gusta. (Otro ejemplo es Wonderfalls). También me han gustado los culebrones. Y no me refiero a La casa de las flores. Los puros tipo El cuerpo del deseo.
Un cuadro:
Las meninas.
Un buen plato de comida:
Jamón.
Un lugar:
Cádiz, la provincia entera.
Un personaje histórico:
César.
Un acontecimiento histórico:
La llegada de los españoles a América.
El mejor político de la actualidad. ¿Y del resto del mundo?
Arrimadas cuando se pone dura. Y del resto del mundo, supongo que Iván Duque, por lo que significó su victoria.
El peor. ¿Y del resto del mundo?
Pedro Sánchez. Maduro.
Mi mejor momento profesional:
Cuando escribí la crónica sobre la manifestación del 8 de octubre de 2017 en Barcelona. Nadie hubiese creído que saldrían un millón de personas.
El peor:
Una vez que, de becaria sin demasiada vocación, me fui de juerga universitaria. Al día siguiente, con la resaca, me encalomaron sin previo aviso los resultados del mercado continuo y un Excel gigantesco. Puse que Lingotes Especiales valía más que Microsoft y multipliqué por 10 los resultados totales. Lo curioso es que el responsable de la sección no se dio cuenta. Aquello me enseñó muchas cosas.
Mi principal virtud:
Me planteo todo. Soy extremadamente tolerante.
Mi peor defecto:
Soy muy inquieta.
Mi gran asignatura pendiente:
Todas. El régimen.
¿España va a ir bien?
Hay que pensar que sí.