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Iván Vélez

Fachas

La ley saldrá adelante y servirá para seguir intentando separar aún más a los habitantes de las Vascongadas del resto de compatriotas.

Íñigo Urkullu y Andoni Ortuzar, en un Aberri Eguna. | Archivo

Quitadle el luto a María,
ese luto tan pesado.
Quitadle el luto a María,
que Cristo ha resucitado
.

Con cada vez menos asistencia, debido, entre otras causas, al vaciamiento rural, estos versos se siguen cantando en mi pueblo, Carrascosa, cuando la Virgen y su hijo se encuentran en el rollo, es decir, en el lugar en el que, en tiempos, se alzó un hito que simbolizaba la justicia, en este caso de realengo, con el Judas como testigo mudo de tan extraordinario acontecimiento.

Con menos musicalidad, el Domingo de Resurrección suele estar marcado por el llamado Aberri Eguna, Día de la Patria Vasca ideado por el integrista Sabino Arana, pródigo en desahogos peneuvistas. En la jornada de este año, presidida por la bandera del partido, convertida en la de la comunidad autónoma española, el presidente de la formación fundada bajo un lema que une a Dios con los resabios forales, la "ley vieja" que, en todo caso, procede de una Corona, ay, castellana, ha vuelto a proponer a los partidos hegemónicos del régimen del 78, el PSOE y el PP, el aislamiento de Vox. Según las entendederas de Andoni Ortúzar, el partido presidido por el alavés Santiago Abascal es una formación facha, razón por la cual los maketos útiles, Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez, deberían llegar a algún tipo de acuerdo para aislarla.

Para el presidente del partido sabiniano, el acuerdo establecido por Fernández Mañueco con los de Abascal en Castilla y León, es decir, en la región con la que históricamente, antes de que los delirios de don Sabino arraigaran, han estado vinculados el Señorío de Vizcaya y sus comarcas y provincias aledañas, supone un "síntoma de deterioro" de la política española. Un deterioro motivado, a su entender, por el "egoísmo". En concreto, las palabras pronunciadas por Ortúzar fueron: "El PNV arrimará siempre el hombro para esa salvaguarda democrática, pero jamás, jamás, nos verá nadie de la mano, ni cerca, de los fachas de Vox ni de quienes se arreglen con ellos", manifestaciones que, de mantenerse, impedirían cualquier arreglo con el PP, pues los del charrán ya se han arreglado con Vox en Castilla y León.

Como viene siendo habitual, mezclando churras con merinas y retorciendo los argumentos, el vizcaíno también estableció delirantes paralelismos entre la Comunidad Autónoma Vasca y el Sáhara y Ucrania, pues, a su juicio, los beneficiarios del cupo vasco sufren condiciones similares a las de los habitantes de tan luengas tierras. "Creer en una Euskadi libre y justa nos tiene que hacer también querer una Ucrania libre y justa y un Sáhara libre y justo", proclamó el presidente peneuvista ante su entregado auditorio, marcando diferencias con los descendientes de aquellos jóvenes que se escindieron al calor del hacha y la serpiente, más afectos a la causa rusa que a la ucraniana.

Con la configuración de una nación que ocupe Euskal Herria como objetivo maximalista y final, el PNV es consciente de que, fuera de su viejo feudo vizcaíno, es decir, de aquella tierra fundacional que hiciera brotar el término bizcaitarra, su fuerza merma considerablemente ante una formación, la de Otegui, capaz de abrazar causas globalistas sin erradicar los necesarios guiños al terruño. Tal circunstancia obliga al partido que lleva decidiendo Gobiernos en España desde hace casi medio siglo a poner en suerte todo el talento demostrado durante décadas para ser decisivo en ese Madrid que reparte u omite cargas impositivas y privilegios, algunos de ellos sólidamente cimentados en sangre española. Un talento, unido a un gran negocio tan exclusivo como excluyente, que ha configurado una artificiosa realidad, basada en reaccionarios argumentos etnolingüísticos, que busca su blindaje por medio de leyes como la de Educación, para la cual es necesario el acuerdo con los rusófilos batasunos.

Que, pese a la escenificación de diferencias, el acuerdo va a llegar, está fuera de toda duda. En un plazo razonable de tiempo, la ley saldrá adelante y servirá para seguir intentando separar aún más a los habitantes de las Vascongadas del resto de compatriotas. Fuera de toda duda está también el hecho de que, dentro de un año, ante un conjunto probablemente más menguado de asistentes, antes de la habitual soflama peneuvista, se volverá a escuchar el

Sacad, mozos, la bandera,
el estandarte y la cruz,
las mujeres a María
y los hombres a Jesús
.

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