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Bruno Musa

La verdad de lo que pasa en Brasil

Lula es el mayor corrupto de la historia del país. No debería poder conducir a la décima economía del mundo. 

Lula es el mayor corrupto de la historia del país. No debería poder conducir a la décima economía del mundo. 
Lula da Silva es trasladado por la Policía.

Este gobierno que termina ahora en Brasil es el primero de la historia brasileña que concluye los 4 años de mandato gastando menos de lo que gastaba cuando llegó al poder. También es el primero que termina con menos funcionarios públicos de los que había cuando empezó. Ha disminuido el Estado un 15,5% en términos reales. Y eso es inédito en Brasil.

Pasamos por muchas reformas importantes desde el punto de vista de liberalización del mercado: ley de las estatales, autonomía del Banco Central, privatización de Eletrobrás (principal empresa energética), privatización de muchas subsidiarias de Petrobrás, intención de privatizar no solo Petrobrás sino los Correos, ley de cabotaje (permitiendo inversiones extranjeras), concesiones al sector público de las principales carreteras, puertos, aeropuertos, etcétera.

Gracias a eso hubo una entrada importante de dinero de fuera. Un ejemplo: para los próximos 10 años ya tenemos contratado el importe de 200 mil millones de euros para esos proyectos desde el extranjero. Más del 10% ya entraron como garantía.

El desempleo está en el 8,3% (y no para de caer desde hace más de un año). Brasil fue el único país del mundo occidental que alcanzó una relación deuda/PIB menor que la que tenía antes de la pandemia (está en el 76% del PIB y en 2020 había subido al 90% del PIB por las ayudas asistenciales).

Las estatales, que estaban todas perdiendo billones con resultados negativos, tuvieron todas lucros excepcionales durante esos años, con un choque de gestión donde los directivos fueron todos técnicos y no políticos como en los años anteriores.

Sabiendo todo esto, ¿cómo pudo volver al poder Lula, un condenado por más de 10 jueces en diferentes instancias? Entendamos un poco de lo complicado que es este país:

En 1988 aprobamos la primera constitución después de 21 años de gobierno militar (1961-1985). El pueblo brasileño votó por primera vez en muchos años durante las elecciones de 1989, y eligió a Fernando Collor por delante de Lula. Collor acabó siendo sometido a un impeachment dos años después, por haber seguido políticas económicas heterodoxas y desastrosas, congelar los precios de mercancías para controlar la inflación y confiscar el ahorro de las personas en el banco. Muchos brasileños nunca han visto su dinero de vuelta.

El resultado de sus iniciativas fue más inflación y escasez de productos, por supuesto. En 1994, con el "Plano Real", Brasil logró estabilizar su moneda y mantenerla de esa forma hasta hoy. El presidente era Fernando Henrique Cardoso (FHC), que estuvo durante 2 mandatos como presidente y fue sustituido por Lula en 2002.

Se dice a menudo que Brasil creció mucho con este último. De hecho, es así, pero hay que analizar un poco la situación del mundo durante ese periodo: me refiero al "boom" de commodities que hizo crecer el superávit del país. Con todo, Brasil creció menos que sus pares emergentes.

En su primer mandato, Lula tuvo que escribir una carta al mercado asegurando que sería responsable fiscalmente y no haría estupideces socialistas. En su segundo mandato (2006-2010), el superávit cayó y para la siguiente cita electoral Lula nombró como sucesora a Dilma Roussef. Tras salir elegida, Brasil entró en la peor crisis que se recuerda, con el PIB cayendo más de un 7% en dos años. Roussef también sufrió un impeachment y acabó siendo sustituida por su vicepresidente, Michel Temer, que hizo reformas importantes, como la laboral (más flexible), o la iniciativa de ser más rígido con los bancos públicos, dejando de financiar proyectos y empresas a "amigos del rey", costumbre extendida durante los gobiernos de sus dos predecesores.

Una operación llamada "lava jato" llevó a Lula y a más de veinte empresarios y políticos a la cárcel. Lula fue condenado en todas las instancias judiciales y por más de 10 jueces. Los empresarios han tenido que devolver cerca de 4 mil millones de euros de corrupción.

Para entender lo que ocurrió a continuación hay que conocer un instrumento que se llama "delación premiada". Si enseñas las pruebas de que participaste del esquema de corrupción, entregas otros nombres involucrados y devuelves el dinero robado, puedes tener una disminución en tu pena.

De esa forma, como hemos dicho, el Estado brasileño recuperó 4 mil millones de euros. Un solo gerente de Petrobrás devolvió 100 millones de dólares americanos. Sirva ese ejemplo para hacerse una idea del nivel de corrupción de aquellos años.

Pero indaguemos un poco en la broma infantil llamada Brasil. Uno de los jueces de la Suprema Corte, nombrado por Lula durante su mandato, descubrió una brecha en la Constitución, lo sacó de la cárcel y lo tornó elegible para las presidenciales de 2022. ¿Cómo pudo hacer eso? Su argumentación se basó en que Lula había sido juzgado en Curitiba pero los crímenes habían tenido lugar en Brasilia, por lo que el proceso debía reiniciarse desde cero en ese lugar. "Coincidencia": el juez dictaminó todo esto cuando los delitos estaban a punto de prescribir.

Nada de lo dicho sobre Lula habla necesariamente bien de Bolsonaro, que, es verdad, muchas veces ha creado crisis infantiles sin necesidad de hacerlo. Lo que hay que decir, sin embargo, es que con él Brasil tuvo un Gobierno técnico, que llevó a cabo privatizaciones e hizo avances importantes en una sociedad cada vez más abierta a elegir el camino de la libertad económica e individual.

Más allá de las mentiras que diferentes periódicos internacionales promulgaron acerca de la gestión que hizo del Covid, el país ha avanzado económicamente durante estos últimos cuatro años. Bolsonaro luchó por la libertad individual de los comercios, de las personas y empresas y se opuso a los confinamientos inconstitucionales.

Durante las últimas elecciones existieron serias denuncias de fraude, pero el presidente del Tribunal Superior Electoral no quiso permitir una investigación a fondo de los ficheros de "log", pese a que una auditoría externa lo recomendó. Ese mismo juez, Alexandre de Moraes, censuró canales en redes sociales de derecha (el mío incluido). Y dicen que lo hacen en nombre de la democracia. Sí, la democracia de la izquierda es así: impone a todo el mundo su verdad dictatorial. Aquí, sin embargo, no queremos aceptarla.

Hay un dicho en Brasil que dice: "En Brasil, hasta el pasado es incierto". Yo no escribo esto porque Lula sea de izquierdas. Lo escribo porque es el mayor corrupto de la historia del país. Quizá, incluso del mundo contemporáneo occidental. No debería poder conducir la décima economía del mundo.

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