
Griñán, hijo de Octaviano, militar del Regimiento de la Guardia de Su Excelencia el Jefe del Estado, Francisco Franco, y María Teresa Martínez Emperador, de familia tan azul que se supone que le bautizaron como José Antonio por el "ausente" o "presente", según, aunque él siempre ha insistido en que se le llamara Pepe.
Empezaré este resumen de sus vidas ejemplares con el soberbio y altanero Griñán. Paco Francés fue director general de la Tesorería General de la Seguridad Social desde 1982. Cuando el PP ganó las elecciones en 1996, lo seguía siendo y lo siguió siendo. Un día reveló al nuevo ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Javier Arenas, que no había dinero en la Caja para la paga extraordinaria de los pensionistas de la Navidad de 1996.
Griñán fue el ministro de Trabajo precedente que dejó el marrón financiero al sucesor sin advertírselo. De hecho, el gobierno de Aznar tuvo que pedir préstamos extraordinarios para que el PP no fuera el primer partido de la historia democrática en dejar de pagar las pensiones. Hubo un debate en el Parlamento sobre el tema y se llegó a decir (Paco Francés a Arenas) que Griñán, que sufrió una huelga general de UGT y CCOO en 1994, había dejado el agujero a conciencia. De ser cierto, sería la acción más amoral, impía y mezquina de la reciente historia de España.
Ya antes, 1982-1992, había sido viceconsejero de Trabajo y Salud y Consejero de Sanidad de la Junta. En aquel tiempo de transferencias de competencias, se produjo la invasión de la administración pública andaluza de nuevo cuño por afines al Partido Socialista. Uno de los afortunados fue su entonces concuñado, Francisco Blanco, que fue nombrado director general de Infraestructuras y Contrataciones siendo Griñán viceconsejero. Una coincidencia.
El tráfico de coincidencias se hace espeso cuando repasamos el historial familiar. Muchos de sus miembros están todos colocados en la Administración. Su hijo Manuel, funcionario, se casó con una libre designada por el PSOE de Fuenlabrada, Carmen Piñeiro, vicetesorera del Ayuntamiento. La hija del exministro, Ana Griñán Caravaca, ha trabajado en la Junta de Andalucía, en el Instituto Andaluz de Tecnología.
Su cuñado, Miguel Caravaca de Juan, fue coordinador de Tiempo Libre de la Junta y el CSIF lo acusó de obtener alojamientos en una de sus Residencias con DNI falso, el de la mujer del director de la residencia. Su esposa, Eloísa García Calvo, aparecía como fija de la plantilla del Hospital Militar Vigil de Quiñones.
Patricia Contreras Aspe, casada con otro cuñado de Griñán, Juan José Caravaca de Juan, estuvo colocada en el colegio mayor Maese Rodrigo, dependiente de la Junta de Andalucía Fernando Caravaca de Juan, otro de sus cuñados, era médico, Médico EBAP. Director U.G.C. Los Palacios. Su esposa, Marisa Calvo estuvo en Centro de Educación de Adultos Manolo Collado, en el Parque Alcosa de Sevilla, colegio público que contribuyó a fundar.
Otra cuñada, Victoria Caravaca de Juan, fue agraciada por una llamada de Sadiel, empresa pública vinculada a la Junta. Su marido, Ignacio Prieto del Río, estaba en la Junta, curiosamente también en el área de Salud, en el Hospital Virgen del Rocío. Manuela Morales Barrios, casada con su cuñado Roberto Caravaca de Juan, estuvo en la Junta en la Dirección General de Bienes Culturales.
El marido de su cuñada Mercedes, Filippo Faraguna Brunner, fue nombrado director de la Obra Social de Unicaja por Braulio Medel. Ángel Caravaca de Juan, otro cuñado, estaba colocado en la Junta, en la Consejería de Gobernación, en la dirección general de Política Interior.
Todo coincidencias. Pero en el caso ERE, Griñán fue quien dijo: "No ha habido un gran plan, pero ha habido un gran fraude", pero nunca se sintió responsable, por acción u omisión, de que pudiera haberse producido. Ni siquiera cuando dimitió de la presidencia de la Junta, lo hizo para asumir su responsabilidad política. Es más, dijo que no dimitía de su escaño porque el escaño era suyo. Pero el Interventor General de la Junta lo acusó de cebar "sin descanso la corrupta partida presupuestaria de los ERE".
Finalmente, su comportamiento ante la entrada en la cárcel ha sido de un compañerismo inquietante. Se ha negado de todos los modos posibles a ser encarcelado, que le correspondía por sentencia, y no lo ha sido. ¿Razón? Su cáncer de próstata. Tampoco los cánceres son iguales. Unos son más iguales que otros. El ex viceconsejero condenado con él, Agustín Barberá, o el exconsejero José Antonio Viera, fueron a prisión con tumores cancerosos. Barberá sigue en prisión a pesar de su enfermedad. Linda conducta.
Podríamos seguir detallando quienes eran su número 2 y su número 3 en la Junta, Rafael Velasco y Mario Jiménez. El primero de ellos tuvo que dimitir por un escándalo del fraude de la formación y el segundo, uno de los verdugos de Pedro Sánchez en su famosa defenestración, tenía amigos y familiares colocados por sistema. Pero no le dejaríamos espacio a Manuel Chaves que, a pesar de sus dificultades para expresarse, no tiene nada de tonto.
Ah, y no se olvide: Griñán fue el autor del decretazo que permitió que miles de enchufados afines se quedaran con contrato fijo y oficial en la Junta de Andalucía. No sirvió de nada la mayor manifestación de funcionarios y laborales de la historia de Andalucía. Tampoco sirvió para nada el gobierno del PP de Juan Manuel Moreno, que se lo ha tragado todo sin rechistar dando incluso una imagen compasiva por la encarcelación de Griñán, no por otras.
El Tigelino de Cazalilla
Así se ha llamado a Gaspar Zarrías por ser como es y haber nacido en la localidad jiennense de Cazalilla. Como este texto está empezando a ser muy largo, me limitaré a decir que apuesto lo que se quiera a que no ha habido ni un solo ERE en la provincia de Jaén, del de Santana al de flan Dhul, de los Ruiz Mateos, donde no haya metido la mano un personaje de quien sus propios correligionarios consideran un peligro inminente. Juan Lanzas, el del dinero pa asá una vaca era sindicalista de UGT de Jaén. O sea.
Dado que Gaspar Zarrías, desde el consejillo de gobierno de la Junta (reunión de viceconsejeros y altos cargos para preparar el Consejo de Gobierno), lo cocinaba todo, es difícil que se le hubiera podido pasar algo del caso de los ERE, desde el procedimiento al fondo de reptiles, de los amiguetes a las pólizas de seguro de las prejubilaciones. La proverbial desidia del bueno de Manolo le confirió un poder tal que llegaba de los ERE a Canal Sur pasando por todos los departamentos de la Junta.
Incluso cuando el avance del guerrismo defenestró a los borbollistas como él, dejó impronta señera en el Senado donde quedó para historia de la democracia española la fotografía de este sujeto votando con los pies y con las manos en las bancadas vacías de la sala. Cuadrúmano, le llamaron desde entonces. Ya vio todo el mundo el respeto que sentía por el voto individual.
Además de su incuestionable responsabilidad en el caso ERE, su presencia inefable en el tráfico de coincidencias de los líderes socialistas andaluces le convierte en uno de los aspirantes al campeonato de nepotismo de la historia andaluza.
Su mujer, Germana Caballero López, ha estado, desde siempre, vinculada a la Consejería de Educación. De hecho, es mencionada en varios documentos. Hasta hace poco, sin embargo, estaba situada en la Universidad Internacional de Andalucía antes de trasladarse con su esposo a Madrid. Pero, ay, la cadena de favores funcionó. Zarrías trabajó por Julián Martínez García, entonces novio de la exministra Bibiana Aído, del clan de Alcalá, y Bibiana Aído, trabajó por la esposa de Zarrías.
Mucho se habló del novio de Aído, por razón de sus confusas misiones en calidad de Delegado de la Junta de Andalucía en Madrid, puesto para el que fue designado al poco tiempo de recalar su novia en Igualdad. Pero resulta que el puesto en cuestión depende de la Consejería de Presidencia de la Junta de Andalucía, cuyo titular en aquella época era –cómo no– Gaspar Zarrías. Luego fue este, por sí mismo o con su consentimiento, el que propuso o aceptó este nombramiento.
Pero poco después Gaspar Zarrías fue destinado a Madrid en calidad de secretario de Estado del nuevo vicepresidente tercero del gobierno Zapatero, Manuel Chaves. Y miren por donde, la esposa de Zarrías, Germana Caballero López, apareció como técnica en gestiones culturales del Instituto de la Mujer, dependiente del Ministerio de Igualdad.
La hermana de la esposa de Gaspar Zarrías, Pilar Carmen Caballero López estaba asimismo en la Junta de Andalucía, con plaza reservada pero ocupando otra diferente en la que cobraba más y, encima, consolidaba su nivel administrativo. El concuñado, el esposo de Pilar Carmen, Pedro Casas Arellano, tras ser alcalde de Carboneros (Jaén) tuvo un estupendo acomodo en la Diputación jiennense como Jefe del Parque Móvil.
El primo principal de Zarrías es José Carlos Alarcón Arévalo. Este primo ha estado y está situado en las órbitas del máximo poder de control de los medios de comunicación andaluces a lo largo de diez años, preparando la llegada del fenómeno digital en radios y televisiones cuyas licencias ha controlado.
Fue durante años, director general de Medios de Comunicación Social de la Junta de Andalucía. Hasta el año 2000. Terminada la faena, Alarcón Arévalo ha pasado por diferentes destinos, como el de Secretario General para la Sociedad de la Información de la Consejería de la Presidencia. En 2004, fue nombrado Consejero Delegado de Sandetel, "Sociedad Andaluza para el Desarrollo de las Telecomunicaciones, SA", en el que participa con otro buen puñado de socialistas afines a la oligarquía y al régimen. En el ámbito partidario, participa en la Organización Sectorial de la Sociedad de la Información (OSSDI), de la estructura socialista.
La prima política, la esposa de José Carlos Alarcón Arévalo, es María Paz Albors Patuel. Pues bien, alguien con el mismo nombre, según hemos comprobado en la Radio Televisión de Andalucía, SA, estuvo trabajando en la Secreta ría Particular de su anterior director general, Rafael Camacho Ordóñez, que fue, antes, Portavoz del Gobierno de la Junta que preside Manuel Chaves del que es amigo personal.
Rafael Valdivielso Sánchez, sobrino de Gaspar Zarrías, fue colocado en Egmasa, empresa pública de medio ambiente en Jaén, la provincia de la que es oriundo Zarrías como Gerente Provincial, cargo que ocupó hasta junio de 2007. Luego fue Delegado de la Consejería de Obras Públicas y Transportes del gobierno de Chaves en la provincia de Jaén.
Una prima suya apellidada Valdivielso Zarrías, María Eugenia, era maestra –otra nómina de la Junta–, y concejal en Martos (Jaén). Otro familiar es Juan Valdivieso Zarrías, colocado en la empresa participada por Unicaja y Cajasol entre otros, Red de Banda Ancha de Andalucía, SA. Juan Valdivielso Zarrías dijo pertenecer a la empresa Axión Red de Banda Ancha, empresa que no existe formalmente.
El Mundo publicó en abril de 2007 que la Junta, por mediación de Zarrías, había pedido 500 millones en cinco años a los promotores del casino del Aljarafe de Tomares como condición para obtener, luego resultó que irregularmente, su licencia administrativa.
Sobre sus relaciones con Marbella, La Pantoja y el magnate Binstock, puede rebuscarse en los archivos de El Mundo o releer a Carmen Rigalt, al periodista Pepe Fernández, de Sevilla, o El Confidencial de Jesús Cacho y José Antonio Sánchez, Totoyo.
Llamativo fue el caso de la residencia Juan Zarrías, el padre de Gaspar, erigida en el pueblo de Cazalilla de 800 habitantes. La residencia fue construida en el año electoral de 2007 y estuvo en principio gestionada por un grupo de empresas que forman la sociedad Asistencial Geriátrica de Cazalilla en la que participan Grupo Reifs, Martín Casillas (Explotaciones las Misiones), TECYSU (Rafael Estévez), Asistencial Europea REIFS (REIFS Y BAREMO), esta última un grupo inmobiliario de Dos Hermanas, todos ellos bien relacionados con el PSOE.
Además de otros escándalos, asombroso fue el nepotismo con que se gestionó el personal de la residencia. Véase su composición inicial:
- Directora del Centro Juan Zarrías: María Antonia Balbín Castillo, hija del alcalde
- Supervisora o jefa de auxiliares de enfermería: Paqui Balbín Castillo, hija del alcalde.
- Camarera: Pepi, cuñada del alcalde y casada con Antonio Balbín Garrido
- Recepción: Lucía Balbín Garrido, hermana del Alcalde.
- Electricidad: Antonio Balbín Castillo, hijo del alcalde.
- También trabaja en el centro Juan Zarrías, compartiendo el tiempo con otro trabajo en el Ayuntamiento, su prima hermana Encarna Cárdenas.
- Otra hermana del alcalde, Catalina, así como su hija Marian (María Antonia), han sido concejales del PSOE en Cazalilla.
- Catalina es además tesorera de la Asociación de Mujeres Ángaro, financiada e impulsada por la Junta de Andalucía.
- Inés Balbín Castillo es concejal socialista del Ayuntamiento de Bailén.
- Manuel Jesús Raya Clemente, teniente de alcalde de Cazalilla por el PSOE tenía a sus dos hermanas, Eva y Lidia colocadas en la Residencia de Ancianos Juan Zarrías. Eva Raya Clemente estuvo colocada en el centro de ancianos como recepcionista mientras que su hermana Lidia Raya Clemente trabajó en el centro como terapeuta.
¿Hay quien dé más? Un estilo. Un régimen.
Una conclusión
Tras estos amnistiados "ejemplares" están los hechos. No sólo los relacionados con el caso ERE, hechos probados para casi una veintena de jueces de carrera, la Fiscalía de Sevilla en pleno así como la del Tribunal Supremo. Están los hechos que han nutrido su biografía política. ¿Cabe en alguna cabeza que gente de esta laya no supiera lo que estaba haciendo en el caso ERE?
Propongo que surja una asociación "ERE 18 de julio de 2024" para conmemorar la amnistía encubierta de los condenados de los ERE y de la amenazadora rueda de prensa de Manuel Chaves para pelear y defender la verdad de los hechos. Debería estar formada cuando menos por los periodistas que investigamos, informamos y reflexionamos sobre el caso ERE. A ella podrán sumarse quienes quieran. O se hace o vendrán a por todos, uno a uno, y luego será tarde. Si acusaciones, jueces —tome nota doña Mercedes—, fiscales y magistrados, funcionarios y gente de bien quieren unirse, no estaría de más.
Se trata sencillamente de actuar en defensa propia en esta hora de persecuciones a la libertad de prensa y de expresión.