Una de las muchas sentencias que se atribuyen, no siempre con acierto, a Winston Churchill es la que dejó caer sobre las cabezas de los más altos militares británicos cuando le exigieron la dirección de la guerra. Fue la siguiente: "Señores, ustedes saben hacer la guerra, pero las guerras las ganan los técnicos en ideas generales. Yo soy uno de ellos". La escuché una vez y no se me ha olvidado. La he buscado en sus Memorias y en sus biógrafos más destacados, pero no la he encontrado. Puede que sea una de las muchas apócrifas que lo acompañan.
Para nuestro propósito es valiosa, sea o no original. Porque, en efecto, las guerras no las ganan preferentemente los especialistas en la técnica militar sino quienes son capaces de concebir una estrategia general que tiene en cuenta, no sólo los aspecto bélicos de la contienda, sino asimismo los muchos factores humanos, individuales y nacionales, históricos y actuales, económicos, culturales y morales, que contribuyen a la victoria o a la derrota.