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Víctor Miguel Pérez Velasco

El marxismo, una religión sin Dios

El marxismo necesita tanto al cristianismo como lo odia, aunque lo quiere destruir como contramodelo.

El marxismo necesita tanto al cristianismo como lo odia, aunque lo quiere destruir como contramodelo.
Busto de Karl Marx. | Cordon Press

Extracto de El marxismo, una religión sin Dios, de Víctor Miguel Pérez Velasco, doctor en Psicología y ex secretario Federal del Partido Sindicalista, escisión del CNT, donde militó hasta que decidió marcharse durante su incorporación en Izquierda Unida.

Algunas contradicciones entre marxismo y cristianismo

Nuestra hipótesis es que el marxismo se está sacralizando o lo ha concluido ya, motivo que nos conduce a remarcar la importante conexión con el cristianismo, ya sea directa e indirecta. La relación del marxismo con el cristianismo es paradójica. Por un lado, ha necesitado de él para existir, pero por otro lo rechaza y lo combate de forma radical y sin ambigüedades. El marxismo necesita tanto al cristianismo como lo odia, aunque lo quiere destruir como contramodelo. En buena medida, le imita y depende de él en demasiadas cuestiones. En esta relación entre el odio y la necesidad, el marxismo exhibe su vocación religiosa no teísta y su vínculo inevitable con el cristianismo, del cual procede.

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