Creo que el apoyo a Bush se debe a que no queremos ser dirigidos por las pretensiones de la costa Este. Se trata de no querer que nos dirija gente que intenta imponernos su retorcido sentido de la moralidad, que no es moral. Eso ocurre constantemente, y hay un resentimiento real.
Tom Wolfe explicaba así a unos periodistas del tabloide socialista inglés The Guardian por qué apoyaba a Bush Jr. en vez de a Al Gore, a quien consideraba el mayor fraude científico entre los candidatos jamás presentados a la Casa Blanca. Para Wolfe, Gore era uno de los principales responsables de haber convertido el cambio climático en una industria, interesada en el alarmismo para extraer recursos de los estados y orientar la política científica e industrial hacia pseudosoluciones espurias y supersticiosas. A Zapatero le sacó casi un millón de euros (en esto se gastan los socialistas los impuestos) para distribuir en todos los institutos de España un DVD en el que Gore detallaba mentiras, medias verdades y disparates sobre el calentamiento global reconvertido en apocalipsis climático. Donde Wolfe escribía "Bush", pongan ustedes "Trump" y entenderán buena parte de lo ocurrido en las elecciones actuales en EE. UU.