Los países o grupos terroristas organizados, cuando atacan a otro país, lo hacen en la seguridad de que la respuesta hará más fuertes a los atacantes o que debilitarán a los atacados. Los atentados de octubre de 2023 pretendía demostrar las vulnerabilidades de Israel, atemorizar a su población y autoempoderarse, y como siempre ha ocurrido en la historia, las guerras se pierden por sobrevalorar las capacidades propias y/o minusvalorar las del enemigo. Este es otro caso.
Israel libra a la vez cuatro guerras que están entrelazadas. Por eso, el primer objetivo de Jerusalén ha sido romper esta unidad de acción que resultaba letal para sus intereses. Haber llegado a un acuerdo de alto el fuego con el gobierno del Líbano, cuando todavía se pelea en Gaza y en Cisjordania, e Irán sigue con sus amenazas, es la demostración más evidente de que Israel ha conseguido su primer objetivo, que es romper la unidad de acción. Ahora podrá afrontar cada uno de los otros tres frentes por separado.