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'Historia del Liberalismo Español. Liberales y conservadores del siglo XIX', por Jorge Vilches

Es un texto que no solo educa sobre el pasado sino que también invita a la reflexión sobre el presente y el futuro del liberalismo en España.

Es un texto que no solo educa sobre el pasado sino que también invita a la reflexión sobre el presente y el futuro del liberalismo en España.
Portada de Historia del liberalismo español, de Jorge Vilches. | Amazon

La gran paradoja española es que a pesar de que vivimos en una democracia liberal, no hay un solo partido liberal. Haberlo, haylo, cierto. En el grupo ALDE de la UE, el de los liberales, hay un tal Ciudadanos, cuya historia, de la irrelevancia a la farsa, pasando por la esperanza, ilustra paradigmáticamente el destino partidista de los liberales españoles, que bastante tienen con que no les expropien todas sus propiedades los admiradores de Chávez, los investigue ese Big Brother llamado AEAT o los ponga bajo vigilancia (por su bien) el Fiscal General del Estado.

Para entender la paradoja hay que leer Historia del Liberalismo Español, de Jorge Vilches, que ofrece una detallada y rigurosa exploración de la evolución del liberalismo en España durante el tumultuoso siglo XIX que explica cómo hemos llegado hasta aquí. Memoria histórica de la de verdad, ya que no esconde las páginas más negras, los perfiles más desagradables, los callejones sin salida que también hay que recorrer y explorar. El libro se centra en las tensiones y dinámicas entre liberales y conservadores, contextualizando sus ideologías, políticas y luchas dentro del marco de la transformación política y social española tras la caída del Antiguo Régimen.

Vilches comienza su investigación (los posibles errores en la exposición no son atribuibles al historiador, sino al autor de esta reseña) en el contexto previo a la Guerra de la Independencia y continúa durante los años turbulentos de la primera mitad del siglo XIX, donde el liberalismo se enfrenta a la restauración absolutista, guerras civiles, y la lucha por la constitución. El autor estudia las diferentes corrientes liberales (doctrinarios, progresistas, moderados) y cómo interactuaron con los conservadores, especialmente en la creación de políticas y en la configuración del Estado moderno español. Se introduce la idea del liberalismo como una reacción contra el absolutismo y la búsqueda de un nuevo orden político basado en la libertad, la igualdad ante la ley y la soberanía nacional.

Las diversas etapas en la que segmenta su estudio son el Trienio Liberal (1820-1823), el primer intento de implantar un régimen liberal en España, con la Constitución de Cádiz de 1812 como referencia. Vilches analiza las tensiones entre liberales y absolutistas, las reformas implementadas y las causas del fracaso de este primer intento liberal. A continuación, la conocida como Década Ominosa y la Regencia de María Cristina, caracterizada como el retorno al absolutismo con Fernando VII y cómo, tras su muerte, la regencia de María Cristina abre una nueva oportunidad para los liberales. Vilches examina las políticas de moderación y el surgimiento de las distintas corrientes dentro del liberalismo (moderados, progresistas).

Pero en esto llegaron las Guerras Carlistas, con las luchas dinásticas y religiosas afectando a la implementación del liberalismo. La cuestión carlista no solo fue una guerra sucesoria sino también una batalla entre diferentes visiones de España (que en su forma posmoderna sigue afectando a la política española en la actualidad). La Constitución de 1837 y el Progreso Liberal representó un avance en términos de derechos y libertades, un periodo que marcó la consolidación de las reformas liberales en ámbitos como la educación, la justicia y la administración, seguido de una época de La Regencia de Espartero y la Década Moderada, una época de gobierno moderado que, aunque intentó estabilizar y modernizar el país, también mostró las limitaciones del liberalismo ante la realidad social y económica de España. Siguió este convulso siglo con otra revolución, la de 1854 y la Unión Liberal, un intento de conciliar las distintas facciones liberales para impulsar reformas más radicales. Luego, un Sexenio Revolucionario marcado por Isabel II, la experiencia de la Primera República y la restauración borbónica. Aquí se discuten los intentos de reforma profunda, las tensiones entre centralismo y federalismo, y el fracaso de la república. Nada que le resulte extraño a un lector contemporáneo, aunque en nuestro caso estamos en la fase de la tensión entre el federalismo y el confederalismo, Sánchez y Puigdemont mediante. La Restauración y el Liberalismo Conservador de Cánovas del Castillo culminó con la restauración de Alfonso XII, mostrando cómo el liberalismo se adaptó a un sistema de turnos entre liberales y conservadores, lo que en cierta medida estabilizó el país pero también limitó la profundización de las reformas liberales.

Vilches utiliza una amplia gama de fuentes primarias y secundarias para ofrecer una visión matizada de las ideas y los individuos que definieron el liberalismo español. Su análisis no solo se centra en las políticas y legislaciones, sino también en las personalidades claves (de Jovellanos a Sagasta pasando por Cánovas y Prim) y en los movimientos sociales que acompañaron estos cambios.

¿Cuál es la relación entre liberales y conservadores? Vilches la estructura siguiendo la dialéctica de la libertad y el orden, con los liberales priorizando la libertad, mientras que los conservadores lo hacen con el orden. De ahí las dos partes del libro, la primera según la máxima de que sin orden no hay libertad, la segunda siguiendo el principio de que sin pueblo no hay libertad. Todas ellas se resumen en el ideal del progreso, tan alejado de los "progres" habituales, como, claro, de los reaccionarios.

A pesar de la complejidad del tema, el autor logra explicar con claridad las diferencias y similitudes entre las diversas facciones liberales y conservadoras, haciendo accesible la historia a lectores no especializados sin perder el rigor académico. En este sentido, el libro de Vilches se inscribe dentro de la cada vez mayor literatura de divulgación en español que combina el rigor con lo ameno, la profundidad del tema con la sencillez expositiva que no es sinónimo de simplicidad sino de complejidad sin jerga académica.

Vilches no se limita a la política institucional sino que también explora cómo el liberalismo influyó en la cultura, la educación, y la sociedad civil, dando una imagen completa de cómo el liberalismo no solo fue una ideología política sino un proyecto de modernización de España. Este pensamiento liberal en lucha con otras corrientes ideológicas se estructura a través de problemas concretos de la extensión del sufragio a la descentralización del Estado, la relación Iglesia-Estado y la economía política. También la reforma agraria, la industrialización y la educación, aunque con resultados a menudo limitados por la realidad socioeconómica de la época. También ofrece una crítica constructiva de cómo el liberalismo español, aunque ambicioso en sus objetivos, tuvo que enfrentar numerosas contradicciones y desafíos pragmáticos, lo que a menudo llevó a compromisos que diluyeron su pureza ideológica.

Un ejemplo de esto último es el caso de Sagasta, sobre el que escribe Vilches (p. 428-429)

Lo cierto es que el comportamiento de Sagasta durante el reino de Amadeo de Saboya tampoco fue responsable. Su paso por el Ministerio de Gobernación le convenció de la necesidad de forjar un Estado fuerte y represor para que la libertad fuera posible (...) Sagasta y su grupo parlamentario se dedicaron a entorpecer al gobierno radical de Ruiz Zorrilla (...) Esto generó mucha inestabilidad y el que los radicales comenzaran una campaña hablando de traición a la revolución y de insultos al rey que había permitido el cambio de Gobierno.

Todo esto terminó con un fraude por parte de Sagasta, que manipuló el resultado electoral. Sagasta dimitió en medio del bochorno general, lo que provocaría la sonrisa irónica de gente como Pedro Sánchez y Nicolás Maduro, en el caso de que Sánchez y Maduro leyesen algo más que las loas de sus partidarios.

En suma, Historia del Liberalismo Español es una obra fundamental para cualquier estudioso de la historia política de España o para quienes deseen entender las raíces del pensamiento liberal en el país. Es un texto que no solo educa sobre el pasado sino que también invita a la reflexión sobre el presente y el futuro del liberalismo en España. La claridad de su prosa, combinada con la profundidad de su investigación, hacen de este libro una joya para historiadores, politólogos y cualquier persona interesada en la evolución de las ideas políticas en España con proyección hacia el siglo XXI.

Es una excelente herramienta para entender no solo la historia política de España en el siglo XIX sino también las raíces y las transformaciones del pensamiento liberal en el contexto español. Vilches lo dedica a su maestro, el historiador Luis Arranz, recientemente fallecido, al que en su necrológica escribía:

Nos ha dejado Luis Arranz Notario, quien me enseñó a ser adulto en la profesión de historiador, a no repetir relatos sentimentales como un vulgar manipulador.

Libro dedicado a los que usan la cabeza para pensar y el corazón para empatizar y reconciliar, en lugar de para adoctrinar y sentimentalizar desde el guerracivilismo, no hay ninguna duda de que el maestro puede estar orgulloso de su discípulo.

Jorge Vilches. Historia del Liberalismo Español. Liberales y conservadores del siglo XIX. Editorial: Marcial Pons Historia. 2024.

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