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La Nueva Derecha Europea y sus críticos

Pocas veces una crisis económica, política, social y cultural ha sido tan bien estudiada como la de la UE, pero nadie hace nada.

Pocas veces una crisis económica, política, social y cultural ha sido tan bien estudiada como la de la UE, pero nadie hace nada.
Santiago Abascal, Marine Le Pen, Viktor Orban, Geert Wilders en la cumbre Patriotas. | Europa Press

Santiago Abascal tiene buenas relaciones con Milei. También tiene trato con Trump, fue el único político español que asistió a a la ceremonia de juramento de su presidencia. Es el presidente de un partido político relevante en España: tercera fuerza política en el Congreso de de los Diputados, y en Europa forma parte del tercer grupo en importancia del Parlamento de la UE. Se diría que el dirigente de VOX ha aprovechado bien todas esas circunstancias, especialmente la llegada al poder de Milei y Trump, para liderar y montar en Madrid un Encuentro internacional del Tercer grupo Parlamentario de la UE. Es innegable el importante rol desempeñado por Abascal para poner a Patriotas en el candelero político de la UE.

La repercusión de esta reunión internacional en Madrid puede ser analizada desde diferente ópticas, incluso pueden ser despreciada como algo carente de entidad para ser objeto de debate político; por supuesto, puede ser combatido con ferocidad por sospechas de ser una Internacional al servicio de los intereses de Putin o de Xi Jinping. Allá cada uno con sus obsesiones y prejuicios, o peor, con su soberbia certeza, para juzgar el acontecimiento político de un grupo de partidos políticos europeos que quieren, según han manifestado de diferentes maneras, otra UE. No quieren en modo alguno la destrucción de Europa sino una Europa genuina, o sea, en plural: las naciones europeas no son sin Europa, y viceversa. Las locuras de la Agenda 2030, globalismo sin sentido y cosas similares son tan funestas como sus precedentes napoleónicos y hitlerianos… para los participantes de Patriotas en el Foro de Madrid.

Sí, todos los partidos del grupo Patriotas combaten y critican de modo sistemático a quienes ostentan esa especie de "gobierno" que es la Comisión Europea, la institución más importante de todo el entramado de la UE, porque tiene un monopolio, por decirlo de algún modo, sobre las iniciativas legislativas europeas. Nada se vota en el Parlamento de la UE sin el visto bueno de la Comisión. Pero, cualquiera que fuera el hallazgo que hiciéramos sobre esta agrupación de partidos políticos europeos, que preside Abascal, deberíamos ser cautos con el entusiasmo de nuestros descubrimientos, porque las alianzas nacionales e internacionales de los partidos políticos son siempre cambiantes. ¿Por qué no está el partido de Meloni, Hermanos de Italia, en Patriotas y se quedó en el grupo de ERC (Conservadores y Reformistas de la UE)? Quizá porque les interesase más, desde el punto de vista estratégico, tener una vicepresidencia del Parlamento Europeo para vigilar de cerca los movimientos de la presidenta de la Comisión, que presionar para trasladar de Bruselas a Roma la sede de la UE. ¡Quien sabe! ¿Por qué ha pasado el partido de Abascal del grupo de ERC a Patriotas? Quizá porque ha recibido dinero, según dicen algunos analistas, de algún banco vinculado a la corrupción de Putin. Pudiera ser, pero cuesta aceptarlo.

La búsqueda incesante por la verdad no caracteriza a quienes ya han dictado sentencia sobre VOX y Patriotas: son unos vendidos a Rusia y China y, además, tratan de dinamitar a Europa por encargo de Putin. Si ésta fuera la interpretación correcta de la historia de la nueva derecha europea, no sería yo quien negase la dificultad de encontrar pruebas para refutarla, pero es menester esforzarse en hacerlo. De ese esfuerzo depende una parte de la verdad. Sí, lejos de mi intención descalificar como una patraña de periodistas oportunistas y gente sobrada esa malévola interpretación de la nueva derecha europea. Tampoco creo apropiado descalificarla como una tesis al servicio de los intereses del PP Europeo y del Grupo de los Socialistas de Europa. No veo yo a personas serias y sensatas, demócratas, que siempre vieron con recelo que el PP estuviera unido en Europa a los Socialistas, cantando ahora la alianza entre el PP Europeo y los amigos socialistas de Sánchez y su banda. En este asunto de la UE y la aparición la Nueva Derecha deberíamos ser muy cautos en todos los bandos y partidos. Digo esto para que nadie crea que miro para otro lado ante los dislates, rectificaciones y errores que pudieran haber cometido algunos dirigentes de VOX, y de otros partidos del grupo Patriotas, a la hora de explicar decisiones sobre sus cambios de estrategias y alianzas políticas en el ámbito nacional e internacional.

No son, sin embargo, la cautela y la prudencia las virtudes sobresalientes a la hora de analizar el Encuentro de Madrid del Grupo Patriotas. Para empezar, pocos consideran la crisis que vive la propia UE. Sí, ¿o acaso no se vive como una crisis la existencia de un "gobierno" de la UE conformados por partidos, a veces tan diferentes, como es el caso del partido socialista español, y los populares europeos? ¿o acaso no es una crisis de identidad de la propia UE la aparición de dos potentes grupos, como ERC y Patriotas, exigiendo un replanteamiento de todas las instituciones de la propia UE desde las soberanías nacionales? ¿acaso no está en crisis la UE, cuando Patriotas y ERC, pide un debate general para cuestionar el pacto verde en el Parlamento y la Comisión se niega a llevarlo a cabo?

Sí, la crisis de liderazgos en la UE es tan real como el empecinamiento por mantener una política energética demencial, que está llevando a la ruina al campo y a la industria de la UE. Ciento son los libros existentes para comprender la crisis de la Unión Europea. Ciento también son los informes y diagnósticos de las diferentes enfermedades de la UE. Ciento de terapias hay en las bibliotecas del mundo para detener la crisis de la UE. Y, sin embargo, la casta política dirigente mira para otro lado, o peor, se deja llevar por la desidia burocrática. Pocas veces una crisis económica, política, social y cultural ha sido tan bien estudiada como la de la UE, pero nadie hace nada. Ahora bien emerge un discurso político, o sea la Nueva Derecha Europa, para superar esta crisis e inmediatamente se le demoniza por ser un agente de Putin, o peor, de Trump. ¡Ya está bien de wokismo ridículo! Para qué hablar de editoriales en la prensa de papel que equiparan a Putin con Trump y, de paso, dicen que Hungría y EE.UU. están desmontando el Estado de derecho. Es de locos ese tipo de espumarajos en forma de editoriales cuyo único objetivo es descalificar a Abascal bien por comunista de Putin, o bien por fascista de Trump. ¡Basta ya de imbecilidades! Se le podrá acusar por muchas otras cosas, pero, hombre, por ser comunista y trumpista a la vez es un poco fuerte. Creo que con ese tipo de "ideolo-jetas", que repiten tres tópicos ridículos asociados a la guerra de Ucrania, al expansionismo de Putin y las políticas migratorias de la UE, no merece la pena perder el tiempo.

Reconozcamos que la UE, pues, está detenida, paralizada, por una crisis de liderazgo y de discurso inédita en su historia, y hay una propuesta alternativa de otra UE donde los Estados-Nacionales no pierdan su soberanía en favor de unas élites tan desnortadas como el artículo de González Pons, vicepresidente del Parlamento europeo, contra Trump. Y ahí están Vox y todos los partidos que conforman Patriotas, por un lado, y por otro todos los partidos que conforman el grupo de Conservadores y Reformistas Europeos, o sea, ahí está, guste o no guste, la Nueva Derecha Europea, que representan a millones de europeos. El asunto es claro y distinto, pero la vieja derecha, liderada por la CDU/CSU, aliada a los socialistas han vuelto a tomar el control de la Comisión; a pesar de que en las últimas elecciones al Parlamento Europeo la ciudadanía votó masivamente a la derecha como reacción a las políticas energéticas, migratorias y anti-judías de Ursula von der Leyen, el poder lo siguen ostentando los mismos. He ahí la locura de la UE. Se vota derecha y gobierna con mano de hierro la izquierda, sí, porque lo de la CDU, el partido de la clásica derecha alemana, está a la izquierda de la izquierda del Partido Demócrata de EE.UU. Ahí se aloja uno de los grandes problemas de la UE que, seguramente, se acentuará, como preven todas las encuestas, si Alternativa por Alemania en las próximas elecciones se convierte en la segunda fuerza política del país de Goethe.

Frente a la entente entre la vieja derecha y los socialistas, la suma de Patriotas y ERC son, sin duda alguna, la Nueva Derecha Europea. La Nueva Derecha Europea surge, sí, contra las políticas represoras de las redes sociales, el pacto verde y la demencia de las políticas migratorias impuestas por la Comisión. Cuando se trata de migración, economía, libertad de expresión y democracia, la actual UE no es la solución. La UE es el problema. Patriotas y ERC se han unido recientemente para cuestionar el Pacto Verde, o sea, la demencial política de cero emisiones de CO2, pero la Comisión no permitió tal debate. Es obvio que ese pacto está arruinando la industria, el campo y la ganadería. Y sin embargo para la Comisión convertir Europa en una "sociedad neutra en carbono" para 2050 sigue siendo su prioridad absoluta. Eso requiere de tecnologías extremadamente caras imposibles de asumir hoy por hoy por las economías más desarrolladas. De ahí que gran parte de la industria se haya ido de Europa. Como alguien ha dicho con buen criterio, Europa está reduciendo sus emisiones de CO2 en la medida y proporción que destruye su industria. Una locura, cuya única justificación ideológica es "salvar el clima", a la que se le añade otra de similar factura: el odio a la energía nuclear que es la única energía que podría reducir las emisiones de CO2.

El caos sembrado con las políticas migratorias de fronteras abiertas por la Comisión sólo es equiparable a la represión que se ejerce contra las redes sociales merced a la famosa Ley de Servicios Digitales de la UE, que es un instrumento con el que someter a las plataformas estadounidenses que, al final, están financiando a miles de censores para cazar a quienes discrepen de la Reina-Comisión Europea. En la práctica esos censores no reprimen otra cosa que los contenidos llamados "de derechas" y dejan intactas la literatura antisemita, islamista y comunista.

Pero lo más grave de todo, reitero, es que en las últimas elecciones los europeos votaron mayoritariamente opciones de derecha, pero se las arreglaron los del Grupo Popular y los del Socialista para sacar adelante, otra vez, a la señora Ursula von der Leyen… ¿Cómo puede ser esto posible? Porque esto, la UE, no es una democracia sino un cachondeo. En verdad, la UE es más una burocracia autoritaria que una democracia. No hay transparencia. Los rusos han comprado parlamentarios. Qatar también se infiltró en el Parlamento. La UE es un barco a la deriva… Surgen unos grupos intentando enderezar la nave, pero se les acusa de comunistas a lo Putin y a la vez de fascistas a lo Trump. ¡Vaya tropa! Esos "críticos" de la Nueva Derecha no reconocen los cambios que están produciéndose en el mundo. Y, sobre todo, son incapaces de entender que la vuelta a la Nación, reivindicada por la Nueva Derecha Europea, no es un grito nacionalista sino una forma de salvar a la propia UE: las identidades nacionales requieren y se entienden desde Europa.

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