
No escribamos demasiado sobre el abrazo de Sánchez a Zelinski. Puede volverse contra nosotros. No demos esplendor a la miseria. Ese abrazo, sin embargo, resume la decadencia política de Europa desde 1989 hasta hoy. "Te abrazo y le compro a Putin su gas para que te aniquile". Malvado. Pero no es el cinismo moral el peor vicio de la política europea. Hay algo mucho más deleznable. Es el horror al conocimiento. El odio a la sabiduría nunca ha dejado de sorprenderme. Nunca lograré acostumbrarme al odio a la inteligencia, aunque sé que es una actitud muy extendida en sociedades cerradas con "élites" dirigentes nunca dispuestas a discutir en público de acuerdo con criterios de racionalidad y verosimilitud. El desprecio generalizado o, como se dice ahora, transversal en Europa hacia la figura política de Trump es uno de los retratos más nítidos de las "élites" de una sociedad obscura y obtusa como la europea, la española no es otra cosa que una muestra asilvestrada, cuasi salvaje, de la actual Unión Europea. El abrazo de Sánchez, protegido principal de la señora Von der Leyen, a Zelenski se casa bien con su odio a la inteligencia política de Trump.