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Pedro de Tena

Feijóo: ¿para hacer qué y para hacerlo cómo?

La pregunta que dirigió José María Aznar a Pablo Casado durante las elecciones en Castilla y León es ahora más pertinente que nunca, pero debe ser completada.

La pregunta que dirigió José María Aznar a Pablo Casado durante las elecciones en Castilla y León es ahora más pertinente que nunca, pero debe ser completada.
Alberto Núñez Feijóo. | EFE

La pregunta que dirigió José María Aznar a Pablo Casado durante las elecciones en Castilla y León es ahora más pertinente que nunca, pero debe ser completada. Para hacer qué y para hacerlo cómo. Se trata de saber, naturalmente, cuál es el proyecto político que va a desarrollar este PP que ahora parece que va a liderar Alberto Núñez Feijóo. Pero se trata de saber además cuál va a ser el modo de comportarse, hacia adentro y hacia afuera, de un partido que lleva cayendo muy bajo desde hace muchos años.

Quizá no haya que inventar mucho para el rediseño del proyecto político y cultural. Lo resumió el propio José Mará Aznar el 1 de abril de 1990 y fueron él mismo y sus sucesores los que lo abandonaron o, si se quiere ser más contundente, lo traicionaron. Los expuso en forma de un decálogo de principios y valores del que es forzoso recordar ahora su contenido esencial:

1. Defendemos que las personas son el centro de la acción política. Que, con independencia de culturas y formas de vida, la dignidad radical del ser humano sujeto de los derechos fundamentales. Queremos contribuir a la expansión de las libertades. Una sociedad más libre es una sociedad más humana.

2. Afirmamos el valor de la democracia como único sistema político que reconoce y garantiza las libertades y los derechos. Sólo la Constitución nos permite organizar en libertad una convivencia con más de cinco siglos de historia. Gracias a ella existe un proyecto común para la España plural, vivimos en un Estado de Derecho y en una democracia que han elegido gobernarse por el principio representativo. El Parlamento es el centro de nuestra vida política.

3. Queremos una sociedad de oportunidades. Una comunidad es más justa cuantas más oportunidades ofrece a sus ciudadanos. La educación y el empleo son la clave para hacer realidad cotidiana la España de las oportunidades. En la sociedad del conocimiento, es vital una educación de calidad para todos. Es la mejor garantía contra la exclusión. Buscamos el pleno empleo. Combatimos la rigidez para evitar la precariedad. Promoveremos que más mujeres se incorporen a la vida laboral y que asuman mayores responsabilidades políticas.

4. Apoyamos el protagonismo de una sociedad que genera iniciativas y novedades que la hacen avanzar. Son los individuos activos y responsables los que impulsan proyectos vitales que implican a los demás. Son las personas con iniciativa y sentido del compromiso quienes más contribuyen al progreso de un país.

5. Respaldamos a los creadores y a los innovadores en un marco de libertad. Nuestra cultura plural es herencia y proyecto. Es expresión de nuestra existencia como nación y fundamento de nuestra proyección exterior. El nivel que alcancemos en ciencia y tecnología determinará el futuro de nuestro bienestar.

6. Necesitamos una sociedad del bienestar con bases más sólidas. La solidaridad entre generaciones es condición de supervivencia para una comunidad que quiere mirar con serenidad al futuro. Unas pensiones garantizadas, una sanidad universal, humana y de calidad, y una renovada conciencia del medio ambiente son consustanciales a este pacto. La familia es una institución fundamental para transmitir los valores que la hacen posible.

7. Trabajamos para aumentar la integración social. Todos merecemos una nueva oportunidad. La atención hacia los más débiles es nuestro compromiso ético y político. Es un compromiso compartido entre los poderes públicos y las agrupaciones voluntarias de solidaridad.

8. Queremos grandes proyectos sin grandes Administraciones. Más cooperación es imprescindible para la eficacia del Estado de las Autonomías. La cohesión aumentará las oportunidades y el bienestar de todos los españoles. Nuestro tiempo pide hacer más con menos.

9. Creemos en una Europa de valores, unida, abierta y diversa. Queremos que sea competitiva, creadora de cultura y que promueva el bienestar de todas las naciones. Hemos dado un gran paso en la integración. La moneda común hará que los europeos vivamos más unidos. La ampliación completará nuestra unión. Por historia y voluntad, nos sentimos muy cerca de Iberoamérica; por ella tenemos una lengua de alcance global; con ella queremos, también, compartir nuestro futuro.

10. Deseamos que España trabaje en favor de un mundo abierto. Nuestra referencia será la promoción de las libertades y de los derechos humanos. Nuestra acción irá unida a las demás naciones libres. Somos cada vez más una comunidad universal. Hace falta erigir una verdadera justicia internacional. Una sociedad libre es el fundamento de una sociedad próspera. La cooperación y el comercio internacional ofrecen oportunidades para el progreso y el bienestar de los pueblos.

Por empezar por el final, el PP ha terminado teniendo miedo a sus principios y a sus propios dirigentes, ensimismados en un ordeno y mando vertical incontrolado y ajeno a los más elementales usos y costumbres democráticos. Ahora toca dar la batalla cultural por la democracia nacional española que el decepcionante Pablo Casado renunció a dar y que ya es imprescindible para la consolidación del centro-derecha con Vox, que no hay otro posible.

Y, desde luego, tendrá que afrontar interiormente una reforma de los modos de ser y estar en el PP, lejanos a la corrupción, a la degeneración oligárquica, al mandonismo altanero, a la arbitrariedad, a la amoralidad maquiavélica y al autismo político. O lo hace en serio o no durará, terminando por ser el partido invotable que ya casi es. (Creo que ayer mismo seguían sin enterarse del todo).

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