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Marcel Gascón Barberá

Carta a los nuevos suscriptores

Están contribuyendo enormemente a la continuidad de un medio de comunicación fundamental para que usted y quienes pensamos parecido a usted tengamos voz en España.

Están contribuyendo enormemente a la continuidad de un medio de comunicación fundamental para que usted y quienes pensamos parecido a usted tengamos voz en España.
Club Libertad Digital | Libertad Digital

El miércoles por la mañana, cuando me recordaba por WhatsApp que teníamos apalabrado un artículo, el jefe de Opinión de esta casa me dio esta excelente noticia: las suscripciones al Club de Libertad Digital están teniendo estos días "un subidón alucinante".

Aprovechando la feliz circunstancia, quiero hacer uso de este espacio para felicitar a los nuevos suscriptores por su decisión de sumarse al club.

En primer lugar, haberse hecho socios les da acceso a un contenido exclusivo y de primera calidad.

Un contenido que se renueva cada semana con artículos en Ideas e incluye todos los números de La Ilustración Liberal. El archivo de esta revista es una auténtica biblioteca contemporánea del liberalismo hispano, a la que han dedicado su entusiasmo y talento nuestros más brillantes intelectuales de Europa y América a lo largo de los más de veinte años.

Todo este contenido del que ya disfrutan al ser socios está elaborado por un grupo heterogéneo de periodistas, escritores, profesores, historiadores, ingenieros, científicos y políticos. Todos tenemos en común la pasión por el conocimiento y nuestra plena identificación con los valores de libertad y patriotismo que, junto al amor a la verdad, a la iniciativa personal y a las cosas bien hechas, impulsan desde hace veinte años este proyecto editorial.

Por otra parte, lo que les ofrece ser socios del club no siempre lo encontrarán en abierto en las páginas de Libertad Digital, consagradas por lo general a asuntos de actualidad y con menos espacio por tanto para la reflexión atemporal y el ejercicio de la curiosidad intelectual. Y mucho menos en ningún otro medio en español de España o América, en internet o en papel.

Pero aún más importante que todo esto, y que las igualmente apetecibles ofertas y descuentos de los que pueden beneficiarse al ser socios, es que con su suscripción están contribuyendo enormemente a la continuidad de un medio de comunicación fundamental para que usted y quienes pensamos parecido a usted tengamos voz en España.

Libertad Digital, EsRadio y todas sus orgullosas filiales representan para millones de españoles e hispanoamericanos mucho más que un periódico y una radio. Nuestras noticias, artículos y programas de radio (y este "nuestras" le incluye también a usted a partir de ahora) son para cada vez más gente un oasis de verdad, claridad y sentido común en medio del desierto.

A diferencia de los demás grandes grupos de comunicación, que en mayor o menor medida claudican sistemáticamente ante las crecientes exigencias de fenómenos como la corrección política o el victimismo identitario, Libertad Digital ha resistido y seguirá resistiendo a todas las modas ideológicas.

Esta firmeza en la fidelidad al criterio y los puntos de vista propios hace que sus lectores y oyentes nos reconozcamos en el relato de la realidad que cada día, cada hora hacen para nosotros quienes trabajan en esta casa. Algo que no nos ocurre con la cobertura de ningún otro medio.

Porque nuestros profesionales llaman a las cosas por su nombre, y opinan, presentan e interpretan los hechos sin el filtro deformador que, en nombre de las nuevos dogmas políticos y sociales o del canon periodístico, se aplica en otros medios para contar lo que pasa.

Hay otra cosa importante por la que merece la pena apoyar este proyecto: su relación con España y el mundo de nuestros padres. En casi todos los medios, y ya en la mayor parte de interacciones sociales, avergonzarse de España y de lo que sentían y pensaban quienes nos precedieron es poco menos que una prueba de inteligencia y buen gusto.

También en esto es radicalmente distinto el Grupo Libertad Digital. Lejos de disociarse de lo español y marcar distancias con lo que hicieron los que nacieron antes que nosotros en esta parte del mundo, en Libertad Digital y esRadio nos sabemos parte de un mismo cuerpo.

Bien nutrida y sólidamente sostenida por estas raíces, la empresa no ha dejado de navegar con rumbo resuelto por el mar a veces tormentoso de lo digital. Y lo ha hecho sin someterse al dominio de la forma sobre el fondo, que es lo esencial, ni dejar de aprovechar las inmensas posibilidades de la red y todas sus tecnologías asociadas para llegar a más gente.

El esfuerzo técnico que estos días permite que el sonido de esRadio siga llegando a cientos de miles de hogares con la calidad de siempre aunque los locutores estén haciendo sus programas desde casa es una prueba de esta relación tan sana con lo nuevo. Como lo es el entusiasmo con que tanto Libertad Digital y esRadio reciben siempre a quienes inventan, innovan y explotan las posibilidades de la técnica o de la economía abierta en su beneficio y en el del prójimo.

Además de todo esto, el Grupo Libertad Digital tiene otra misión fundamental: la de vigilar, interrogar y criticar al poder. Particularmente cuando el Gobierno de la Nación está en manos de una coalición entre socialistas y comunistas de manifiesta vocación frentepopulista. Una coalición que además debe el poder a los separatistas que han hecho saltar por los aires la convivencia y la ley para hacer lo mismo con España.

Particularmente, decía, pero no solo. Y hemos visto que nadie como Libertad Digital ha marcado de cerca a los Gobiernos más afines del PP para exigirles que cumplieran su programa cuando se alejaban de lo que prometieron a su electorado.

La importancia de una prensa libre, no sometida por el chantaje económico o moral al gobernante de turno, la estamos viendo en estos días de desastrosa gestión de la epidemia de coronavirus que el Gobierno ayudó a crear el 8 de marzo.

Necesitamos más que nunca periodistas que pregunten al presidente por sus mentiras y medios recuerden, día sí y día también, con rigor pero también con la contundencia y la mala uva de los tabloides, que el Gobierno antepuso su agenda ideológica a la salud pública y tiene responsabilidad en la debacle.

Necesitamos radios y periódicos a los que no les asusten las grandes palabras ni se nieguen a ver los paralelismos históricos. Radios y periódicos que denuncien las marrullerías de Podemos llamándoles como lo que son, viejo guerracivilismo comunista pasado por twitter, y no, como dicen otros para no pasar por histéricos, desinformación populista.

Quizá sea una exageración decir que solo Libertad Digital hace todo esto, pero es justo decir que nadie hace esto como Libertad Digital. Por ello necesitamos un Grupo Libertad Digital que afronte pletórico los tiempos que vienen, en los que el Gobierno redoblará su sectarismo para tapar su escandalosa gestión de esta plaga.

Al contrario que otros grandes medios, que ya le han pedido más dinero al Gobierno, el Grupo Libertad Digital no tiene más fuente de ingresos que a los anunciantes, y la publicidad ha empezado a desplomarse como consecuencia del parón económico al que nos empuja la pandemia.

Por eso es tan importante el paso que ustedes han dado abonándose al Club de Libertad Digital, y desde esta tribuna me permito el atrevimiento de pedirles que compartan esta reflexión con la gente políticamente afín de su entorno y les animen a hacerse ellos también socios, colaborar con una donación o comprar acciones.

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