Menú

La Ilustración Liberal

El emperador en pelota

Desde que el PSOE y los nacionalismos instituyeron lo que Federico Jiménez Losantos denominó acertadamente la dictadura silenciosa, no son demasiados los libros que se han ocupado de señalar que el verdadero carácter del nacionalismo vasco con rigor y conocimiento de causa. A pesar de su contenido, no pocas veces meritorio, en buen número de casos, las obras han adolecido de una limitación en su perspectiva que ha estrechado el enfoque a la sangre de ETA o a las raíces filosóficas del nacionalismo. Bien distinto es a ese respecto el libro que ahora comentamos. Su autor, Germán Yanke —cuyo claro, insobornable y certero oficio periodístico conocen los lectores de El Mundo o los oyentes de La Linterna— es un personaje firmemente comprometido con la causa de la libertad en las Vascongadas como demuestra su papel en el Foro de Ermua o en la Fundación para la Libertad pero también es una persona que ama entrañablemente a su región de origen y que ha manifestado esa querencia entrañable en su biografía de Blas de Otero o en la presidencia del Centro de Documentación Unamuno de Bilbao.

A ese decantado trasfondo de entrega a la causa de la libertad, la cultura, la Historia y las Vascongadas cabe atribuir, sin lugar a dudas, el presente libro que constituye una muy valiosa aportación al análisis del verdadero rostro, del verdadero mensaje y de las verdaderas intenciones del PNV capitaneado por Ibarretxe. Las repetidas afirmaciones del lehendakari en el sentido de que el poder central no ha realizado las transferencias contempladas por el estatuto de autonomía, de que la independencia del País Vasco es viable económicamente o de que la mayoría de los vascos apoyan el proyecto soberanista son desmontadas una tras otra con una contundencia absolutamente irrefutable.

A través de sus páginas, escritas con una prosa directa, sencilla y clarificadora, lo que contemplamos es el cínico victimismo del PNV en materia de transferencias porque ninguna de las que reclama le corresponden legalmente y así lo han dejado de manifiesto distintas resoluciones judiciales. Asistimos también a la falacia de afirmar que la Constitución no fue aprobada por la mayoría de la población vasca –la verdad es todo lo contrario– o que la mayoría de los vascos son nacionalistas cuando lo cierto es que la sociedad vasca está dividida prácticamente por la mitad y los nacionalistas no han dejado de perder terreno, aunque sea lentamente, desde inicios de los años noventa.

Con todo, lo mejor de la obra es la manera en que Yanke deja de manifiesto que Ibarretxe y los que le siguen están inmersos en un proyecto independentista de carácter netamente dictatorial —el paralelo establecido entre la reforma electoral propugnada por Ibarretxe y el llevado a cabo por Mussolini en los años veinte no puede ser más ajustado a la realidad— a la vez que ruinoso y falaz. Lejos de lanzar globos sonda, Ibarretxe y el PNV avanzan hacia un sueño de independencia que no significaría —a pesar de lo que afirman— el final de ETA ni tampoco la prosperidad económica para Euskal Herria. En realidad, implicaría el exterminio o la expulsión de los no-nacionalistas, la ruina económica de unas provincias vascongadas que han podido bandear crisis económicas pasadas y hacer objeto de notables prestaciones sociales a sus ciudadanos precisamente porque forman parte de España. Todo ello sin que —en contra de lo señalado por el PNV— ETA desaparezca del mapa político entre otras cosas porque, como señaló Antxa con una candidez iluminadora, “si ETA desaparece, esto (el País Vasco) es España en veinticuatro horas”.

Todo lo fundamenta Yanke en datos precisos, en afirmaciones contrastadas, en cifras innegables y al concluir el libro —que incluye por añadidura aproximaciones noveladas a lo que sería la Euzkadi de Ibarretxe tan elocuentes como un trallazo— no puede evitarse la sensación de que el autor ha mostrado que el emperador está en pelota como sucedía en el conocido cuento de Andersen. Con una diferencia, aquel emperador era víctima de la soberbia, el de ahora —y sus seguidores— unen a tan diabólico pecado los de la locura, el racismo y la complicidad en el terror y la sangre.

Germán Yanke, Euskal Herria, año cero. La dictadura de Ibarretxe , Madrid, Temas de hoy, 185 páginas.

Número 16

Homenaje a Marjorie Grice-Hutchinson

En el centenario de George Orwell

Retrato

Ideas en Libertad Digital

Reseñas

El rincón de los serviles