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La Ilustración Liberal

Un futuro liberal

Posiblemente la ciencia ficción sea el único género literario en el que la visión liberal es la predominante. En ella se enmarca esta novela, radicada en un futuro en el que la revolución nanotecnológica destruyó el sistema de los estados-nación y provocó, no sin lucha, el nacimiento de un nuevo orden social, muy similar al propuesto por Bruno Leoni en su teoría de las FOCJ (jurisdicciones competitivas, superpuestas y funcionales). El mundo descrito por Stephenson se divide en distintas tribus o phyles, con sus propias costumbres y leyes internas, que pueden disponer o no de territorio propio, y cuyo nexo de unión puede ser la raza, la religión, la conveniencia, la ideología o, incluso, unos mismos intereses conspirativos. Las une el Protocolo Económico Común, cuyos jueces y policía rigen en los casos de robo, asesinato y demás delitos graves cuando afectan a miembros de distintos grupos o a tetes, que son aquellos que carecen de afiliación.

El argumento gira en torno al proyecto de un ingeniero neovictoriano, un manual para la educación de las niñas completamente informatizado e interactivo, que se ajusta a las necesidades de su lectora. Aparte del original encargado por un acaudalado Lord Accionista para su nieta, su creador Hackworth decide hacer una copia ilegal para su propia hija. Pero es atacado por una pandilla de adolescentes, uno de los cuales le regala el libro a su hermana pequeña Nell. A partir de ese momento, asistiremos a la educación de la niña pobre china en un Shanghai que nos es sumamente extraño, en el que las guerras las libran dispositivos nanotecnológicos, demasiado pequeños para ser observados a simple vista, los delincuentes llevan implantadas sus armas y los cines se sustituyen por ractivos en los que los espectadores participan.

Stephenson, en lo que quizá sea el punto más original de la novela, pone su lupa en una phyle en especial; la de los neovictorianos, la más rica y productiva. Formado por gentes de todas las partes del mundo que han tenido, según sus propias palabras, una vida interesante y que han llegado a la conclusión de la poca calidad de los patrones morales del siglo XX. Su futuro está amenazado porque la aceptación de un código moral estricto tiene lugar en las generaciones posteriores por mero conformismo y no por convicción. Esa es la razón que se esconde detrás de la creación del manual; el victorianismo y su hipocresía no funcionan sin haber llegado a la conclusión de que sus alternativas son peores, algo que parece imposible de lograr naciendo, educándose y trabajando siempre dentro de la tribu.

La novela adopta una decisión difícil a la hora de describir el mundo futuro y sus novedades tecnológicas; emplea palabras nuevas sin explicarlas, esperando que el lector sepa darles significado por el contexto. Eso lo hace más ágil, pero exige un esfuerzo mayor, que puede resultar excesivo para quienes no estén acostumbrados a la lectura de este género. Pero a aquellos que quieran acercarse podrán ver uno de los mejores ejemplos de la novela futurista actual, una vez trascendida la corriente ciberpunk de la que siguen bebiendo películas como Matrix.

Neal Stephenson La era del diamante: Manual ilustrado para jovencitas Ediciones B, Barcelona, 1997 443 páginas.

Número 17

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