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La Ilustración Liberal

Lo peor de un Gobierno inaceptable

Ser el peor ministro de Asuntos Exteriores que tenido España en un siglo tiene su mérito, y no hay que hurtárselo a Moratinos. De la valía de este hombre hablan sus logros, y habla él mismo cuando tiene un micrófono delante. Pasará a la historia como una nota a pie de página; una de esas figuras que, pasados los años, resulta increíble y, pasadas las décadas, divertida. Sería interesante conocer cómo llegó a ser el hombre de la Unión Europea en Oriente Próximo, y también si su amistad con Arafat es anterior o se forjó mientras conseguía, con bastante celeridad, dejar de ser un interlocutor aceptable para Israel.

Nos cayó encima como un cascote más de la presidencia accidental, y supusimos que aportaría las habilidades propias de un diplomático de carrera, sean éstas cuales sean. La deserción de Irak hay que atribuírsela al presidente, pero es exclusiva de Curro la colección de disparates con los que se trató de ocultar a la opinión pública española los efectos de aquella decisión. Podemos preguntarnos por qué, si no querían los efectos, precipitaron la causa. Y podemos respondernos que se trataba del primer fuego de artificio propagandístico, y de consumo interno, de una legislatura que previeron impulsada por aquella ola progre nacida con la explotación del desastre del Prestige, continuada con la guerra del no a la guerra y culminada con el golpe posmoderno del 13-M. Capitalizado al día siguiente el trabajo de dos años, la rápida deserción de Irak debía convertirse en la jugada maestra que mantuviera sobre la ola al Gobierno accidental. Pero entonces, claro, llegaron las consecuencias.

Y las consecuencias son las que puede esperar un traidor por interés cuando el traicionado es inmensamente poderoso y lo abandonas en el peor momento. Vinieron las mentiras sistemáticas de Moratinos: Powell le solicitaba importantes mediaciones, las relaciones con EEUU eran más fuertes que nunca. Mentir, mentir sin tregua mientras Bush cae. Pero Bush no cayó, y ya no había forma de endulzar los frutos amargos del antiamericanismo. El Wall Street Journal los ha puesto en su sitio tras ver a ministros y jefes militares correr a la embajada americana a dar explicaciones y a la Moncloa mendigando una llamada de teléfono.

Poco antes de acusar a Aznar de golpista, Moratinos dijo: “Si hemos sido objetivo de los terroristas, es precisamente por nuestra involucración en Irak”. Cualquiera que lea el periódico ya sabe que eso es falso. ¿Apelaba Curro a la España ágrafa? Sin duda, pero también lanzaba un mensaje a la afición: hay que seguir linchando al PP, hay que volver a aquella forma de debate político en la que unos asaltan las sedes del contrario al grito de “asesinos” mientras los otros se esconden. Por eso Moratinos, el inútil, el ministro vetado por la Administración americana, el amigo del terrorista que ya no está, el tipo de las consignas, debe ser fulminantemente destituido.

Número 21-22

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