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La Ilustración Liberal

El magisterio de Larraz

José Larraz fue economista, sociólogo, jurista, pensador político, ensayista literario, periodista económico y ministro de Hacienda –en un momento especialmente acuciante: la inmediata posguerra–. Tras haber obtenido la nota más alta jamás alcanzada en unas oposiciones a abogado del Estado, su carrera tomó otros derroteros, mayormente académicos, primero en el incipiente Centro de Estudios Universitarios (CEU) de Herrera Oria y más tarde en la Universidad Central de Madrid, en la que llegó a ser catedrático de Sociología.

En su ingreso en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas (1943) ofrecerá un discurso sobre el mercantilismo de Castilla en la Edad Media en el que, por primera vez en la historia del pensamiento económico, se defiende la teoría que hace de la Escuela de Salamanca, en vez de Adam Smith, el origen de la ciencia económica. Schumpeter le citaría por ello en su monumental Historia del análisis económico; también suscitó el interés de Marjorie Grice-Hutchinson, que tanto hizo por poner en valor las aportaciones seminales de nuestros escolásticos en el desarrollo de la Economía.

En los inicios de la II República, Larraz llevó a cabo un estudio que tuvo gran repercusión –incluso internacional– sobre la viabilidad de la hacienda estatal con la aprobación del primer estatuto de Cataluña. Larraz concluyó, en su Crítica hacendística del proyecto de estatuto catalán, que el esfuerzo tributario de las regiones más pobres sería muy superior al de las más ricas, entre las que se contaba Cataluña; hoy día, y tras la aprobación de un nuevo estatuto en el Principado, cabe decir lo mismo.

Años más tarde, José Larraz sería el responsable de la ampliación y reforma del Servicio de Estudios del Banco de España, cuya estructura básica se mantiene hasta nuestros días.

En su labor de recuperación de la obra de los juristas españoles de la primera mitad del siglo XX, Ediciones Isabor acaba de publicar una monografía de Larraz bajo el título Política social y bien común, en la que, junto a un estudio preliminar del profesor Sánchez Garrido y un epílogo de D. Juan Velarde, se ofrece al lector una colección de textos de Larraz en los que se percibe el principal empeño académico del maestro: renovar la sociología desde un punto de vista integrador de diversas disciplinas, en contra de la atomización positivista que viene siendo la norma en buena parte del ámbito humanístico.

Para Larraz, heredero del iusnaturalismo tomista y su concepto del bien común, la única política social válida ha de tener como objetivo desproletarizar a los trabajadores reduciendo el marcado paternalismo estatista, puesto en boga por las democracias tras la II Guerra Mundial. La política social del futuro ­–decía Larraz– tiene que ser algo más que lo que algunos técnicos le asignan cuando la conciben, simplemente, como una técnica que interfiere en el proceso de distribución de la renta para buscar la aproximación de unos repartos individuales; tiene que destinarse a fines de reestructuración institucional y procurar disminuir la proletarización mediante la empresarialidad y la propiedad.

No era mala propuesta entonces, ciertamente. Desde luego, sigue siendo de todo punto interesante.

José Larraz, Política social y bien común, Isabor, Murcia, 2011, 227 páginas.