Menú

La Ilustración Liberal

El hombre maltratado

La conversación es la última novela de una escritora perseverante. Mercedes Salisachs ha publicado hasta hoy 25 títulos, pero en los últimos años ha tenido menos fortuna crítica que Ana María Matute o Mercé Rodereda, también de origen catalán y pertenecientes a ese grupo de mujeres de origen burgués que empieza a manifestarse en la década de los cincuenta como Carmen Matín Gaite, Carmen Laforet o Mercedes Fórmica.

En La conversación se pueden encontrar algunas de las razones por las que Mercedes Salisachs ha sido una escritora, a veces, extemporánea. Tiene una vitalidad asombrosa a pesar de ser octogenaria, pero su prosa puede quedar algo antigua, aunque en los argumentos mantenga un discurso en el que destaca la preocupación por la relación entre hombres y mujeres que resulta muy próxima. Este desfase entre las convicciones íntimas y su actitud y la forma de manifestarlas es lo que se percibe en La conversación, lo que no deja de ser el reflejo de una vida literaria en la que ha habido más evolución que ruptura, y menos afán por ser moderna que por ejercer el derecho a su libertad vestida con discreción y cierto cosmopolitismo.

En las semanas de promoción de la novela, se ha destacado que en el libro se describen las vivencias de un hombre que sufre malos tratos por parte de su joven esposa. Un asunto sobre el que no hay mucha literatura, y menos de mujeres., pero éste no es el motivo principal del argumento. La novela, que incluye dos partes diferenciadas incluso topográficamente, cuenta la vida del ejecutivo de una editorial que hace el repaso de sus sentimientos en una conversación que dura las siete horas de vuelo entre España y Nueva York. La interlocutora, una mujer independiente, atractiva y sensata que trabaja en publicidad, está a punto de cambiar el rumbo de su vida con un matrimonio en Los Ángeles al que va convencida de su conveniencia, pero sin estar enamorada. Él se dispone a empezar una nueva etapa en EEUU para dejar atrás los acontecimientos trágicos de la muerte de su mujer y su hijo. Entre los dos se entabla una conversación, con ribetes de seducción, en la que parece que hay tanta sinceridad como, en el fondo, ocultación de las preocupaciones y las dudas más íntimas.

La conversación presenta de manera paralela lo que ha ido ocurriendo en la vida de este eficaz ejecutivo de origen humilde que se ha visto cazado entre una madre que lo prepara para ascender y su suegro y jefe de la empresa, que lo casa con su única hija, una chica bellísima que manifestará enseguida una personalidad atormentada con ciertos instintos sádicos.

De las andanzas vitales de la interlocutora del avión apenas se dan unos apuntes. Ella es tan sólo la excusa para que podamos seguir los razonamientos de una mujer de cuarenta años que funciona como alter ego de la autora. En La conversación hay mucho de lo que piensa Mercedes Salisachs, lo que en ocasiones lastra el diálogo con sentencias sobre la vida algo forzadas, pero resulta bastante ilustrativo a la hora de conocer la posición de la escritora sobre la relación entre los sexos.

La reivindicación de la mujer que trabaja, de la adulta que está dispuesta a empezar una nueva vida con otros presupuestos y la explicitación de las trampas del amor se desgranan en una novela que ha traído a la actualidad a una escritora honesta que conviene revisitar aunque su estilo no sea rompedor.

Mercedes Salisachs, La conversación, Ediciones B, Barcelona 2002.

Número 12

La Escuela de Salamanca

Ideas en Libertad Digital

Retratos

Reseñas